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Sobre la Marcha por la Vida

Desencuentros y posibles encuentros

Publicado: 2014-03-22

Aunque cueste creerlo, los miles que dentro de algunas horas irán a la Marcha por la Vida en Lima, no son enfermos mentales que buscan destruir a la mujer porque la consideran una especie inferior. Aunque parezca extraño su alegría será sincera, su convicción podrá estar basada en diferentes aspectos: antropológicos, valores morales, posiciones religiosas, experiencias personales, convencimiento solidario y gran etc. Podrá parecer ilógico, pero no se les pagará un solo sol por hacerlo, de repente sí a los profesionales que manejarán los equipos de sonido, al personal técnico y a otros que desarrollan tareas puntuales que merecen su pago. Los demás de gratis se lanzarán a las calles bajo su propio mérito y riesgo, a gritar voz en cuello, manifestando lo que piensan, con sus carteles coloridos y hasta cursis si quieres.  

Pero ante todo serán sinceros consigo mismos.

Podrás quejarte de muchas cosas sobre los que defienden la vida, ojo, en el sentido: “La vida comienza con la concepción y se defiende hasta la muerte natural”. Para aquellos que creemos esta máxima no significa que una vida pesa más que la otra o tiene mayores derechos, al contrario, creemos firmemente en que toda vida precisa de una defensa, la de la madre, la del hijo.

Porque cuando se trata el tema principalmente se decanta en el aborto, es común, pero si preguntas una poco más, te responderemos que la vida y los derechos de la mujer que está embarazada nos preocupan igual que el feto que lleva en su vientre solo que ya el discurso va por la defensa del No nacido porque en su momento se inició así: "darle voz a quién no tiene voz”. Lo que posiblemente no entiendan muchos es que para nosotros, como las dos vidas son importantes, el supuesto derecho de la mujer a abortar ese feto, esa vida, es un asesinato. No te escandalices, no me apuntes con el dedo y me señales como “retrógrada”. Lo explico mejor: para nosotros la vida se inicia con la concepción, no despuesito ni más allacito, el espermatozoide se une con el óvulo y listo, ya hay una nueva vida humana en proceso y desde allí hay que protegerlo. ¿Protegerlo de su madre?, claro, si ella decide por circunstancias X abortarlo, pues sí, ojo, de su madre y de su padre inclusive, porque ya sabemos que muchas mujeres por decisión propia no lo hacen.

Entonces ya te estás dando cuenta que el tema no pasa porque “alguien” nos haya metido ideas falsas en la cabeza y nos movemos como autómatas, el hecho de la unión entre cigotos y de allí la nueva forma de vida es científica, que en los últimos años se planteen diversas posiciones sobre el inicio de la vida humana, nos tiene sin cuidado, no porque se descarten, sino que tenemos un concepto claro: defensa de la vida, clarito, toda vida, la tuya, la mía.

Por eso mi estimado, verás que las mayores instituciones que protegen a las madres adolescentes embarazadas vienen de nuestro lado, ejem. Las casas hogar para adolescentes embarazadas y su protección legal son subvencionadas por voluntarios que a su vez financian el trabajo solidario de más voluntarios, doble ejem. Esos voluntarios son los que al enterarse de un caso de madres adolescentes o madres con carencias económicas las apoyan calladitos. Miles de casos, ahí están, ¿Quiénes?, pues búscalos en la marcha, hay testimonios que te alegrarán la vida porque sabes que en otros lugares del país, se trabaja para rescatar de la depresión a muchas mujeres que, luego de tomar la extrema decisión de abortar, sufren las secuelas de ese acto que, sin llegar a cuestionarlas, las ha marcado. Se las ayuda y punto, no se las denuncia, no se las condena, se las ayuda y punto. Dentro de nuestras filas encontrarás las mayores asociaciones que acogen a estas mujeres y con apoyo de profesionales les ayudan de salir de ese trance.

Pero te cuento más: no deberíamos de existir. Sí, para una inmensa alegría de muchos que están leyendo, esa es la realidad, ni los que se oponen al aborto ni los que promueven el aborto liberado deberíamos existir, como facciones aclaro. ¿Por qué existimos?, porque hay un problema general que los dos grupos atacamos desde nuestras trincheras: el embarazo no deseado. Es un hecho concreto: Sí, ¿nos mueve a darle una solución?: Sí. La opinión de personas como Marcos Sifuentes, Patricia Del Río, Jennifer Llanos, de repente pasa por las conclusiones que han llegado luego de pensar y estudiar el tema, si hemos leído sus comentarios últimamente podemos ver que ellos tienen clara su idea, bien ahí, pero nosotros no la compartimos ¿mal ahí? No pues ya nos queremos agarrar de las mechas y el tema pasa por encontrarle una solución. Nuestra posición provida sobre el problema pasa por otro cauce: el no condenar a dos personas al extremo nefasto de un asesinato como es el aborto.

Para que una mujer llegue a un estado no deseado, como puede ser un embarazo, una relación violenta o un forzamiento sexual, es que la sociedad lo ha permitido de alguna u otra manera: esta sociedad sexualizada, el machismo imperante en varios sectores, la falta de educación con respecto del respeto al cuerpo y la carencia de conciencia sobre lo que representan las relaciones sexuales a corta edad y a cualquier edad, porque seamos francos ustedes y nosotros, el problema de la violencia sexual se incrementa cuanto más tratamos al sexo como un mero tema de placer y realización personal en la compañía de un segundo que también recibe su satisfacción y ya. Claro que no piensas así, pero otra vez, mano en pecho, ustedes y nosotros nos quejamos de lo mismito: la banalidad de las relaciones que conllevan a la poca responsabilidad sobre las consecuencias, para este caso concreto, el embarazo no deseado.

Leí en un artículo de los antes mencionados que cuando una mujer pudiente se embaraza y no quiere el producto de su relación sexual consentida pues paga caro en una clínica y aborta, ergo, hay clínicas en este país que realizan el procedimiento abortivo y cobran por ello y es conocido su servicio por una élite que puede pagarlos porque en el país está penado el aborto, entonces, para igualar la situación con la mujer pobre que no puede abortar en clínica privada, debemos equiparar el asunto y que el Estado pague el aborto a todos. ¿En serio?. Matas al inocente y dejas libre al desgraciado que violó, que engañó, que se pasó por los jerundios la dignidad de esa mujer, ¿En serio?

Que tal si hacemos un ejercicio: ustedes y nosotros, ya que identificamos que la raíz del problema es el mismo, repito: el embarazo no deseado (Razones: violación, truncamiento de oportunidades, pobreza, capricho, carga familiar, sacada de vuelta fallida, presión familiar o de pareja, machismo, sumisión, etc, etc). Ya que sabemos del asunto, porqué no nos embarcamos en una lucha preventiva, no hablo de métodos anticonceptivos porque eso no sirve mucho, seamos sinceros, en este país se gasta millonadas en métodos anticonceptivos que no se usan, así se regalen no se usan y no pasa por educación que ya cientos de miles de soles se gastan anualmente en campañas de promoción de los mismos, lo saben ustedes mejor que nadie. ¿Funciona? No. ¿Porqué?, ahí está el tema para trabajar en conjunto como sociedad: el enseñar que el tener relaciones sexuales a temprana edad tiene consecuencias duras y muy concretas, nada de que solo es el embarazo no deseado, sino pasa por el tema de valoración frente al grupo, el estancamiento del desarrollo personal al sexualizar las relaciones siguientes. Trabajar en el tema con los padres de familia para instruir adecuadamente a los hijos en los temas concretos de respeto y valoración de la dignidad humana. Invirtamos nuestros mutuos e ingentes recursos o los pocos y voluntariosos recursos por igual en destrozar el concepto de la instrumentalización de la mujer en todos sus niveles, sí en esos también que impiden a un hombre limpiar la casa y etc., que estamos de acuerdo, oigan, no hablamos diferente en principio, solo en la solución final tenemos un desacuerdo que, acordemos, nunca estaremos de acuerdo.  

Hagamos eso, que tal, dejémonos de atacarnos porque más nos desgatamos, dejemos de andar disparando extremos y pongámonos a pensar en aquellos que están en medio y que ahora necesitan nuestra ayuda: pensemos en esa joven que está sola y que necesita que alguien le diga que no es un objeto y que lo que lleva en el vientre no es un monstruo que le arruinará la vida. Protejámosla y no la arrinconemos al extremo del aborto, sino busquémosle una solución integral que nos comprometa a todos a evitar que lleguemos a esta discusión que nos duele a todos: el que tenga que elegir entre abortar o no abortar. ¿Podemos?  


Escrito por

sarkomedina

Hoy más que cualquier cosa soy esposo y padre, lo demás ya es accesorio. Tengo un blog de crónicas: http://sarkomedina.wordpress.com/


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Urbaneando

Opiniones urbanas desde la perspectiva periodística