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Maestro ¿Los de antes?

Publicado: 2012-10-12

Claro, ahora van a pensar que todos les estamos dando con palo a los maestros, pero, lamentablemente, su accionar deja mucho que desear en momentos en que la educación peruana está yéndose al traste, como consecuencia de malas aplicaciones de curriculas desfasadas y dirigentes neardhentales. Cada uno recuerda a algún profesor de su época escolar y hasta universitaria. Ese maestro o catedrático, se caracterizaba por ser estricto en su curso, claro en la materia, inflexible en las notas o supervisor de la puntualidad. Cualquier característica era memorable si esta confrontaba la flojera física e intelectual nuestra, además del comportamiento rebelde propio de las hormonas. Estos maestros perfilaban caracteres, animaban esfuerzos y elogiaban sucintamente éxitos futuros con palabras puntuales. No necesitaban muchos aspavientos para callar una clase revoltosa y, hasta las bromas que arrojaban, eran oasis de alegría en medio de las largas horas estudiantiles. En las voces y anécdotas de mis hermanos menores no hallo a ese profesor, sea hombre o mujer, no encuentro a ninguno de los docentes de mis hermanos encajar en esa imagen de Maestro a carta cabal formado en mi ideario. De repente, a veces pienso, está oculto y no lo dejan ejercer, porque han cambiado los métodos y, mientras menos te metas con tus alumnos, mejor es. Una lástima, porque en los docentes que veo en las pantallas atentar contra la integridad del otro, o aquellos que se aprovechan de las normas para faltar una y mil veces o en aquellos que cobran la instalación sin aplicarla, no veo ni la sombra del “amauta”, esa imagen andina del verdadero maestro que se sacrifica en aras de que sus alumnos sobresalgan y los superen. Ojo, sacrificio no significa explotación, eso no, pero ahora ni siquiera una hora de tutoría o una conversación con algún alumno problema se les puede exigir a los modernos educadores. Ahora se dejan llevar por la semilla de la intransigencia que alimentó a Sendero Luminoso, se dejan dormir con las promesas de dirigentes caducos que nada pueden ofrecer a un país que ya los superó ampliamente y no acepta posiciones gorilescas o de mafias. De repente me equivoco y no es como pienso y los verdaderos maestros están allí, esperando su oportunidad para dar lo mejor de sí para sus alumnos, ya saben, soy un incorregible optimista. Entonces una vez más esperaré que el interés colectivo de un país, prime por encima de intereses de minorías enquistadas en poderes superfluos. Ojalá.


Escrito por

sarkomedina

Hoy más que cualquier cosa soy esposo y padre, lo demás ya es accesorio. Tengo un blog de crónicas: http://sarkomedina.wordpress.com/


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Urbaneando

Opiniones urbanas desde la perspectiva periodística