Mediante la Resolución Viceministerial N°048-2012, de la cartera de Cultura se declaró como Patrimonio Cultural de la Nación la Fiesta en Honor a Nuestra Señora de Chapi, que se celebra el 1ro de mayo de cada año. Una alegría para los arequipeños, por cuanto tiene varias lecturas, todas favorables si las autoridades competentes se unen para avanzar con un proyecto largamente anhelado por los mistianos.

Podríamos hasta quedarnos cortos y hablar de más de un objetivo a cumplir. El primero, quién lo duda, es la culminación del Templo del Santuario, con la devolución del SNIP aprobado de la obra por parte del MEF, el cual ya no tendría objeciones para entregarlo al Gobierno Regional de Arequipa para que se continúen los trabajos paralizados desde el 2009. Al ser un Patrimonio Cultural, es deber del Estado el fomentar su difusión y darles las facilidades a los actores competentes para que mejoren y protejan este bien nacional.

Otro objetivo a cumplir será la difusión de una Fiesta que impulse no solamente el peregrinar en los primeros días del mes de mayo, sino que engrane la oferta de la Ruta del Loncco, que abarca 7 distritos periféricos y llenos de atracciones que se unirían al Santuario de Chapi para generar recursos provenientes del turismo. Una industria sin chimeneas es lo que puede mover la rueda de desarrollo de estos pueblos y evitar su desaparición a consecuencia de la migración hacia la ciudad.

Otro tercer aspecto que puede batallarse es la consideración de apoyar el turismo religioso. La Basílica Catedral, los monasterios de Santa Catalina y Santa Teresa, los templos coloniales de sillar y un buen etcétera, se unirían también al Santuario en una ruta a ofrecer por las agencias de viaje que atraería a turistas de países ávidos de redescrubrir la cultura manifestada a través de la fe de los pueblos americanos, que produjeron bellezas incomparables y únicas, pero a veces que pasan desapercibidas para los propios que ya están acostumbrados a verlas diariamente.

Largo aún es el camino para completar estos objetivos que traerían desarrollo económico de una manera integral y propositiva. Solo hay que cuidarse de los enemigos del progreso, aquellos que ven en visión arcaica que la inversión en la fe de un pueblo es un desperdicio. Antes que por allí salte alguno a refutar lo dicho, lo animo a agarrar su calculadora y sentarse a calcular sobre la base de 200 mil peregrinos que llegan al Santuario solo en los días de Fiesta, sin contar los que anualmente visitan a la Virgen de Chapi allá en la quebrada de Polobaya, pero calcule en el buen sentido, es decir en la difusión de los valores propios que trae consigo la devoción mariana: amor al prójimo, responsabilidad, honestidad, etc, etc. La ganancia superará cualquier expectativa.